TALLER DE PICOYO EN EL CAMPUS VILLARRICA

Según señala Cayuhueque, responsable y relator del taller, “uno de los propósitos era dar a conocer y valorar la madera milenaria de la Araucaria (picoyo) y devolver el conocimiento a la comunidad mapuche de Malloco Lolenco de Villarrica de este producto, ponerlo en valor y protegerlo por su potencial en el uso de la artesanía y generación de emprendimientos asociados a nuestro territorio”.

En el ciclo de talleres participaron académicos y funcionarios del campus Villarrica. Geraldine Ovalle, una de las integrantes, comenta su experiencia: “En nuestra primera clase conocimos el material en bruto, que es obtenido de la Araucaria ya muerta o fosilizada. Es una madera cuya corteza se aprecia visiblemente deteriorada por el paso del tiempo. Pero al tomar el tronco, me sorprendió que era muy pesado, además de ser una madera muy dura y difícil de partir. En esa ocasión, cortamos un trozo de madera con una sierra eléctrica y con el calor del proceso, la resina del interior o picoyo salió perfecta, suave y brillosa”.

El picoyo es una resina proveniente de las Araucarias, conocido también como el oro mapuche. Este material –ámbar único en el mundo- es recolectado de los árboles muertos, que pueden llegar a vivir entre 1.000 a 2.500 años.

Geraldine señala que para trabajar la lámina de picoyo se requiere una sierra muy fina, de joyero. Es un trabajo totalmente manual. “Este taller apuntaba a la realización de piezas de joyería, como aros, collares, pulseras o prendedores. Sin embargo, el picoyo es un material versátil que se usa en diversas objetos de artesanía y para diferentes usos”, cuenta Geraldine Ovalle.

Las fotografías corresponden a la exposición realizada entre 15 y 25 de enero en el Hall del campus Villarrica

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