7 de Noviembre, 2025
El encuentro, organizado entre la UC y la Corporación Tremún, congregó a un centenar de participantes de distintas disciplinas.
El pasado 17 de octubre se realizó en el Auditorio del CIDS el seminario “Neurodiversidad e inclusión en educación parvularia”, instancia que reunió a investigadoras, docentes en formación y profesionales de la educación para reflexionar sobre los desafíos de la inclusión desde la primera infancia.
La primera presentación estuvo a cargo de Rocío Cofré, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, quien presentó la charla “Neurodiversidad en primer infancia: desarrollo, señales de alerta e inclusión”. Durante su presentación explicó que la neurodiversidad en la primera infancia comprende una amplia gama de formas de desarrollo, aprendizaje y comunicación, y enfatizó la necesidad de usar un lenguaje respetuoso y sensible, dejando atrás etiquetas patologizantes.
Cofré subrayó que no todos los niños y niñas siguen un mismo ritmo de desarrollo, y que las diferencias no deben interpretarse como deficiencias. Precisó que el contexto, la estimulación temprana y el entorno familiar y educativo influyen fuertemente en las trayectorias evolutivas, por lo que la inclusión y la observación atenta desde la educación parvularia son claves para un acompañamiento adecuado.
“Cuando una trayectoria se aleja de lo esperado, no siempre significa que algo está mal con el niño. A veces, es el entorno el que necesita adaptarse mejor a su manera de aprender y desarrollarse”, sostuvo en su presentación.
La segunda charla estuvo a cargo de Andrea Rodríguez, también de la UC, con el tema “Diversidad e inclusión en educación parvularia: marco normativo y contextual”, en la que analizó cómo las concepciones sociales sobre la discapacidad, la normalidad y la diferencia influyen en la práctica educativa.

La expositora destacó cómo las escuelas tienden a reproducir estereotipos y barreras simbólicas que limitan la participación plena de niños y niñas. Además, abordó el legado de María Montessori como referente pionera en comprender que las diferencias no son un problema médico, sino una oportunidad para transformar trayectorias de vida desde la primera infancia.
Rodríguez hizo un llamado a mirar la inclusión desde una perspectiva de derechos, recordando que la educación parvularia es el primer espacio donde deben garantizarse la participación, el aprendizaje y el juego como derechos fundamentales.
Cerrando la jornada se presentó Constanza San Martín, de la Universidad Diego Portales, quien abordó “Educación inclusiva: principios y prácticas”, definiendo las prácticas pedagógicas como las acciones que median el aprendizaje en el aula, y planteó que solo son inclusivas cuando amplían las oportunidades de participar y aprender.
San Martín propuso mirar la inclusión como práctica cotidiana, no como un programa paralelo, y subrayó tres claves: 1) disposiciones personales y profesionales (actitud, empatía, autoeficacia e intención de incluir) junto con didáctica, currículo y colaboración entre equipos para disminuir temores y tomar mejores decisiones; 2) conocer al grupo (caracterizar antecedentes, competencias e intereses) y 3) diferenciación y apoyos (ajustar contenidos, procesos, productos y ambientes mediante anticipación (rutinas), evaluación continua y entornos flexibles que promuevan confianza.
El encuentro concluyó con dos talleres prácticos que se dictaron en paralelo: “Modelos de intervención naturalista aplicados a las aulas de 0 a 3 años” a cargo de la Dra. Alejandra Méndez y la fonoaudióloga María José Ríos y “Cómo responder a los desafíos del aula 4 a 6 años: estrategias prácticas y colaborativas”, junto a la terapeuta ocupacional Francisca Palma y la fonoaudióloga Sophia Guerra
Revisa a continuación las imágenes de la jornada: